Nota Editorial: Esta publicación es parte de una serie que resalta las tradiciones cuaresmales en la Iglesia Católica Hispana. Puede leer la primera parte aquí.
Una vez cumplidos los cuarenta días de dichos ejercicios espirituales, comienza la Semana Santa o Semana Mayor, como se le conoce en México. Las tradiciones de mi pueblo para esta Semana incluyen las siguientes:
- Una gran procesión de Domingo de Ramos desde la entrada y alrededor del pueblo por las calles principales hasta la parroquia. Durante esta celebración, alguien se viste como Nuestro Señor Jesucristo, monta un burrito y el pueblo entero le hace camino con sus mantos y con ramas de palma en las manos simulando la entrada triunfal de Nuestro Señor en Jerusalén. La celebración termina con la solemne celebración de la Santa Misa de Domingo de Ramos.
- Durante este tiempo en particular, la Iglesia quiere hacer hincapié en la gran misericordia de nuestro Dios y para esto hay Confesiones y celebración de la Santa Misa de lunes a jueves por la tarde. Esta es solo otra manera de recorrer con Jesús y con Maria esta semana y así disponer nuestros corazones y nuestras mentes para lo que se aproxima más tarde en esta semana.
- El Jueves Santo se hace la representación de la Última Cena y el Lavatorio de los Pies presididos por el sacerdote de la comunidad mientras que los discípulos son personificados por algunos de los jóvenes que participaron en los ejercicios espirituales de cuaresma. Esta celebración culmina con la celebración de la Santa Misa y con adoración al Santísimo Sacramento de la Eucaristía. La adoración Eucarística se lleva a cabo desde que termina la Misa hasta la media noche en celebración de que este solemne día Jesús instituyó el sacerdocio y la Eucaristía. A la media noche, el señor cura retira el Santísimo a una capilla privada quedando el templo completamente solo y el sagrario vacío simbolizando el vacío que hay en nuestros corazones cuando a estos les falta la presencia de Dios en nuestras vidas.
- El Viernes Santo se vive de manera muy especial ya que no se nos permite escuchar música, ver la televisión o salir a jugar. La mayoría de las personas hacen completo ayuno ese día y a los únicos que no se les pide ayunar es a los niños menores de 12 años, a las personas de la tercera edad mayores de 60 años y a quienes tienen problemas de salud. Hay un profundo silencio y un gran respeto en preparación para el medio día cuando se hace la representación de la Pasión de Cristo la cual personificada por las personas que asistieron a los ejercicios espirituales. Esta celebración inicia en la plaza del templo y de ahí hacemos el Vía Crucis por las calles del pueblo hasta llegar a una colina de un monte cercano al pueblo. Ahí se revive la crucifixión y el entierro de Nuestro Señor Jesucristo. Después de que se personifica la Pasión del Señor y éste es puesto en el sepulcro, se hace una procesión en completo silencio por las calles del pueblo. Esta procesión termina en la plaza del templo nuevamente y de ahí cada familia se retira a sus casas en profundo silencio y sigue orando, meditando y ayunando hasta el sábado por la noche cuando se celebra la Misa de Sábado de la Gloria del Señor.
Imagen principal: Larry Lamsa via flickr; CC-BY-2.0.